vertidos controlados: vaticinando a través de mi cristal

vaticinando a través de mi cristal

martes, 11 de septiembre de 2007

Hace tiempo leí no se donde un escrito de no se quien de hace mucho más tiempo que vaticinaba como los jóvenes de aquella era no iban a aportar nada a la civilización y aquello sería el final. Hace menos que se decía de mi generación que era una generación perdida. Parece ser que el desprecio hacia los jóvenes es inherente a las comunidades desde sus inicios más ancestrales.
Ahora yo veo a los veinteañeros de mi generación con un cristal bicolor, intentando evitar el desaliento. Por un lado parece que la mayoría son egoístas, materialistas y con una concepción nula de la sociedad, y lo percibo con claridad, se dice sin tapujos: los demás que espabilen, hay que ser listo.
Por otra parte, la gente de las generaciones actuales no conoció el tiempo en que quejarse no cabía dentro de las posibilidades. Ahora sí se quejan, sí exigen lo que quieren, a pesar de que muchas veces caen (/emos) en contradicciones de bulto que, por lógica, nos desacreditarían.
Quizás quejarse individualmente sea un principio para establecer un bienestar común, ya que la comodidad del individuo forma parte de la calidad de vida de una sociedad. Diría más: es lo único a tener en cuenta cuando se evalúa tal concepto. Ahora bien, tenemos que transformar las exigencias individuales en colectivas, comenzar a hablar en plural y dejar de pensar que nuestras exigencias, comodidad y tiempo son más importantes que las de los demás. Si no arraiga un sentimiento de comunidad profundo la sociedad no avanzará como tal en un sentido correcto. Es decir: si el conjunto de la sociedad funciona, esto redundará en beneficio de la calidad de vida del individuo. En este sentido las leyes y normas son elementos cuya función no es otra que la de crear una base para un bienestar común, y si aquellas no las consideramos adecuadas, saltárselas en beneficio propio y perjuicio del prójimo no hace otra cosa que debilitarnos como comunidad. En definitiva, nos hace perder la estela de lo que es Europa.
Todo este tema me produce una gran confusión: no se si estamos dando los primeros pasos para entrar en la Europa social, o solo buscándonos cada uno la vida con la ley del mas fuerte. Esto último me da mucho miedo.

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