pirómanos

Creer que la capacidad para escribir confiere el poder de conocer la verdad es un defecto de muchos periodistas y escritores. Aportar datos y hacer afirmaciones gratuitas hace que quien lee vaya perdiendo progresivamente la confianza en quien escribe a medida que se va dando cuenta del engaño.

"La mayoría lo hace [provocar incendios] por pasiones más anodinas, por guisar una paella campestre, por matar conejos si son cazadores, por construir adosados si son constructores, para que coman las cabras si son pastores, por sacar de la serrería madera barata."
Manuel Vicent
El País Semanal, 2 de septiembre de 2007

Si realmente Vicent cree que en cualquier paraje calcinado en los últimos años hay un solo conejo (ardilla, pajarillo, corzo, etc) es que no prestaba mucha atención cuando leía Las Perdices Del Domingo.

Eran matorrales de hasta dos metros de altura, calcinados en 2006

Por otro lado, si el autor piensa que la madera para aserrío es más rentable si está quemada es que no conoce los entresijos de las industrias forestales y de la transformación de la madera.
Se da la posibilidad de que esté escribiendo sin saber de lo que habla. Esto sería una falta de respeto a sus lectores. En cualquier caso, creo que con estos errores hecha por tierra todas las evocaciones del 356 antes de Cristo y demás filigranas literarias que pretenden hacer admirador al lector por sentirse inferior intelectualmente, al modo de Manuel de Prada.
Un columnista y escritor tan admirado (por mí) como Manuel Vicent no debe aventurarse de esa manera sin conocimiento de causa.
Yo no me aventuro a conjeturar las causas de los incendios en otras zonas de España, pero en Galicia no son ninguna de las que se citan en el artículo. ¿Cuales son? Eso es otra historia.