vertidos controlados: parir

parir

viernes, 7 de septiembre de 2007

La reproducción es el momento clave de la existencia humana. El fin último de cualquier especie es su propia supervivencia. En el caso del ser humano todo lo relativo a este aspecto es el único resquicio que nos queda de pasado animal: La hembra selecciona al macho que considera apropiado, y el macho trata de reproducirse con el mayor número de hembras posibles. Cosa distinta es que en ese momento entre en juego el raciocinio y con él, todo tipo de conflictos morales que nos hacen reprimirnos (hablo ahora mismo del sexo masculino). En el caso de la mujer, vosotras tenéis una fortaleza inmensa para superar todo tipo de golpes psicológicos, así como de tomar decisiones dolorosas, en pro de un futuro estable emocional y económicamente para la prole. Esto es un hecho objetivo, pero también una generalización y, como todas, falsa.
A los hombres nos parece una ventaja muy grande y un día decidimos vengarnos, estudiar ginecología y obstetricia, y hacer que las mujeres sufráis nuestra mala mano en todo lo relativo al delicado tema del embarazo y la lactancia. También del parto, por supuesto. Mas tarde conseguimos convencer de esto a otras mujeres, lo que confirió gran solided a nuestro plan.
Sociedades donde la razón dicta las normas han decidido que esto es sumamente cruel e injusto, y por ello están tratando este tema con la delicadeza y excepcionalidad que le corresponde. Por que así como aludimos a la razón para tomar todo tipo de decisiones, hay una serie de pautas preestablecidas en la vida que parecen inamovibles. Por ejemplo: una mujer cuando está de parto tiene que ir a un hospital, comportarse como una enferma y hacer lo que le dicen, agradeciendo si al final del proceso tanto ella como su hijo/a están vivos (ya no en buen estado de salud). Pues apliquemos aquí la razón también. Dejemos que los médicos curen y otras cuiden.

Os recomiendo que os hagáis con el documental
De Parto (Documentos TV). Las comparaciones son odiosas, dicen. Yo creo que en realidad a la gente le parecen odiosas por que en todos los casos ponen de relieve carencias que de otro modo pasarían desapercibidas. Probablemente nunca os hayáis planteado este tema, yo tampoco lo había hecho.


El parto en el agua es una opción muy
beneficiosa para madre e hijo, y práctica
habitual en muchos países europeos.

Si el parto no es de riesgo, no se necesitan médicos, no hay prisa ninguna, y lo que sí se requiere es mucha comprensión hacia la madre. Ella y su hijo son los únicos protagonistas.
Y como las comparaciones son odiosas, voy a comparar:

  • La cesárea es una intervención quirúrgica que entraña altos riesgos. Debe de ser aplicada solo en casos excepcionales en los que las mujeres no puedan parir de manera natural.La OMS dice que no puede justificarse que ningún país tenga más de un 10-15% de cesáreas. Tenemos un 25%. Es decir, se supone que una de cada cuatro mujeres españolas no están preparadas biológicamente para dar a luz. No me lo creo.
  • El recién nacido debe de permanecer con la madre siempre que sea posible. La observación de un recién nacido sano no justifica la separación de la madre, así como que se recomienda la lactancia inmediata, incluso antes de que la madre abandone la sala de partos. Es habitual que las madres estén horas si saber siquiera si su bebé está vivo o muerto, les es retirado automáticamente.
  • No se recomienda colocar a la embarazada en posición dorsal de litotomía [tumbada boca arriba, semisentada] durante la dilatación y el expulsivo.[...] cada mujer debe decidir libremente qué posición adoptar durante el expulsivo. Las mujeres paren en España irremediablemente tumbadas mirando al techo, únicamente por la comodidad del obstetra. No me parece de recibo. La comodidad que importa durante ese proceso es la de la mujer y el niño.
Extraído del documental y de fuente.
Cabe felicitar a los responsables de este excelente trabajo, que por otro lado casi seguramente no leerán este blog.

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