-Algunas canciones parecen referirse a la naturaleza, a que los seres humanos no entienden lo que hacen.Esto es parte de una entrevista a Thom Yorke y Colin Greenwood (Radiohead) en El Clarín, sobre su último disco. En el contenido de la entrevista las alusiones que encontramos a la música son tan básicas como esta manifestación de conocimientos rematadamente primarios del significado de música o, por extensión, arte. Veo a alguien con medio Radiohead delante haciéndole semejante pregunta y me imagino a un tipo delante de un Gougin esperando a que alguien vaya a explicarle qué significa el cuadro.
Thom: -Nunca lo oí expresado de esa manera pero suena genial.
Suponía superada esta dependencia de argumentos pseudo objetivos externos para legitimar opiniones preconcebidas. Toda manifestación artística está amparada por la subjetividad. Nadie puede decir esto es bueno o esto es malo. Un buen disco, un buen cuadro, un buen libro. Yo escucho All I Need o Nude y se me ponen los pelos de punta, y eso es lo único que cuenta para mí. Escucho a Shakira con sus gritos guturales y me parece que hay una confabulación mundial para hacer creer que sus trabajos albergan un mínimo de emoción, pues en mi cuerpo y en mi mente no se manifiestan. Pero si alguien considera que su disco vale 25 € (o lo que quiera que cueste) y los tiene, y tiene humor para pagarlos, pues allá cada cual. Ídem con un concierto, claro.
-Algunos dirán que Radiohead está haciendo un planteo ideológico: que la música ya no vale nada.
Colin: -No es necesariamente cierto que la música ya no vale nada. La pregunta del momento más bien es: ¿toda la música vale lo mismo? Porque si vas a una disquería, todos los álbumes cuestan parecido...
Esto que cuando hablamos de música suena casi insultante para algunos, debería ser obvio. No cuesta lo mismo ir a ver un partido del Real Madrid o del Barça, que ir a ver uno del Puertollano o de la Unión Deportiva Villa de Santa Brígida. Lógicamente.
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